Ermitaños

Sumergido en dudas eternas y respuestas efímeras camino errante por una vereda llena de fantasmas que me chocan  y nublan mi tranquilidad.
Al ver esta patética situación decido frenar para recobrar fuerzas y elaborar un majestuoso plan de escape, esos de los que estoy tan acostumbrado a realizar y que me salen tan bien. Todavía recuerdo como pude escapar de esa reunión familiar, donde reinaban las tartas de manzana, las agujas de tejer y las tías molestas que arreglaban casamientos con nietas de amigas que nunca habían sentido aunque sea el amargo perfume de la vida.

Bien, comencemos; estoy parado en una esquina a las 12:15 del mediodía, una multitud exasperada emite sonidos guturales y realiza danzas diabólicas, “es mi primer gran amenaza” pensé.
Al instante los reconocí, no pertenecen a ninguna tribu africana umbanda, solo son adolescentes recién salidos de la escuela, pero puedo asegurar que no están alejados ni un poco a mi primera impresión. ”Sigamos”.

Puedo ver a varias parejitas que están abrazadas  demostrando su frenético amor, descontroladamente…
“Por favor, ¿Qué me pasó? ¿Frenético amor? ¿Descontroladamente?, demostrando su PASION.”
Puedo identificar un dejo de frialdad en mi ser, una sensación de endurecimiento crónico, ya no siento como antes, es más, creo que ya no siento.

Las flores no tienen aromas ni colores,  los pájaros emiten un canto mudo y la mayor parte del día es oscuro, sin luz ni calor. En eso me convertí; En un extraño personaje vacío y estéril, que camina dubitativo y pretende ser el único ser sobre la faz de la tierra, donde los sentimientos ocupan un segundo plano y las personas un tercero.

Puedo hurgar dentro de mi caja de recuerdos y con gran esfuerzo leer papelitos rotos y amarillentos con los nombres de personas que dejaron una marca en mi vida, pero solo son eso, papelitos gastados…

Por consecuencia a lo antes expuesto, lo que pude identificar como una lagrima, humedeció mi tez reseca y marchita. La seque rápidamente con mi mano izquierda (que era en la que no sostenía el bastón) respire profundo y seguí caminando, con un paso firme…

                                   “SEISU”

1 comentario:

Leon dijo...

Lo mas triste es que hay personas que así se sienten múchas décadas antes de tener que usar bastón, no?

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