VERDADES




Las preciosas hojas de un noviembre perfumado con aromas de soles por la tarde dibujan un paisaje único en ésta plaza tan poblada.
Veo a jóvenes que se contagian con la magia de los arboles mullidos con vegetación color ocre. Que caminan tomados de las manos recitando versos y jurándose amor eterno.
Recuerdo que cuando tenía su edad era un idealista, creía en el amor para toda la vida, en los sentimientos puros, en la verdad.
La vida me enseño que los sueños no siempre se alcanzan, muchas veces nunca se llega a nada y es mucho lo que se pierde.
Muchos amores fracasados aun no cicatrizaron, muchos deseos aun no murieron, muchas soledades siguen perennes y listas para el contraataque.
Pero yo siempre me mantuve firme en la vida, sufriendo verdades crueles que me abofetearon y que más de una vez me dejaron fuera de combate.
Nunca las cosas son como creemos en nuestras edades tiernas, y lo más triste de todo es que nadie se toma la molestia de explicarte como es en verdad vivir…
No todos son buenos, la verdad nunca es pura, no existe la amistad perfecta ni el amor eterno, cuando sufrís por una mujer es más doloroso que la amputación de un miembro sin anestesia.
No es tan difícil, alguien nos tendría que informar éstas cosas, pero nadie lo hace.
-¿yo debería? ¿Tendría que correr atrás de cada parejita joven avisando que lo que hoy tienen no va a durar para siempre?, ¿sería lo correcto no?
- uy, pero son muchas.
-bah, que se den cuenta solos, que se desilusionen tanto como yo…
Que aprendan a ser incrédulos y a no dejarse llevar por arranques de pasión momentáneos y absurdos…
-Hola, disculpe caballero, ¿está ocupado?
-Por favor, siéntese con gusto señorita. ¿Es la primera vez que visita parís?
-Sí, me encuentro un poco desorientada…
-Por favor acépteme como su guía, ¿alguna vez le dijeron que es la ciudad de los amores eternos?
-La verdad, algo escuche, pero no creo mucho en ésas cosas.
-Hace muy mal, soy un defensor incansable de los amores verdaderos, acompáñeme por favor, le voy a mostrar los encantos de la ciudad…


SEISU

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