“En la cocina se escuchó un grito y al instante el ruido de los platos estrellarse contra el suelo…”
Desde el principio las cosas estuvieron mal, la forma en que se plantearon, las personas que intervinieron, todo fue un caos, pero nunca les importó, sólo deseaban concretar sus sueños.
¿Qué era difícil? Ya lo sabían.
¿Qué podían perderlo todo? No les importaba.
¿Qué mucha gente los iba a mirar con mala cara? Era lo de menos.
Cientos de horas eran las que habían dedicado para planearlo todo. Verificaron cada detalle, cada error posible, todas las opciones estaban cubiertas.
¿Ellos? Sí, eran diferentes, pero eso era lo que los mantenía unidos tan fuerte.
Después de meditarlo mucho decidieron avanzar para cerrar la historia. Lo hicieron sin pánico, sólo con un poco de temor para condimentar la cuestión.
Entonces reunieron a su círculo íntimo y les comunicaron la noticia.
Las caras de sorpresa se fueron contagiando hasta que todos miraban de la misma manera.
Estuvo el que pensó que era una traición, el que vaticinó una desgracia, el que aseguró que era una broma, la que se desgarró las vestiduras, el que se tomó la cabeza con las dos manos y blasfemó a los gritos.
También hubo varias reacciones ciclotímicas, risas combinadas con llantos , bailes ridículos , hubo confusiones y un final que sólo servía para que todo vuelva a empezar…
“En la cocina se escuchó un grito y al instante el ruido de los platos estrellarse contra el suelo…”
SEISU
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